viernes, 18 de mayo de 2018

TRASCENDIENDO LA MENTALIDAD HUMANA..., ETERNA PLENITUD

   La mente humana cree estar separada de lo que percibe más allá del cuerpo con el que se identifica, a partir del cual establece una relación especifica de autodenominación desde la que cataloga y juzga  como conveniente o inconveniente a todo aquello que considera externo a ella.

   Es el mundo para ella (la mente humana) un gran escenario pendulante de calculados encuentros de fugaz deleite o de mera utilidad en la consecución de un supuesto logro futuro, donde convierte al presente en un furioso campo de batalla en el que, según convenga a veces, aparentar la concordia de una siempre recelosa tregua tras la que siente el triste y amenazador aliento de la desgracia, de la enfermedad o de la muerte, siempre cercano. Convierte la vida en una ilusión que se torna pesadilla al protegerse del miedo con miedo, olvidando el Amor mientras sueña que Éste es lo que no es reduciéndolo a algo meramente especial con lo que considerar qué es mejor para el cuerpo con el que se ha identificado, uniéndose a otros cuerpos en un intercambio de utilidades y expectativas con maquilladas sonrisas que se crispan a la menor sospecha de desacuerdo.

   Todo lo antedicho muestra como la identificación con el cuerpo fabrica sueños que se toman por ciertos, confundiendo lo banal con lo superficial y creyendo benigno aquello que es dañino al pensar que lo separativo puede ser real, útil o interesante. El Despertar de semejante ensueño que se prolonga a sí mismo desvaneciendo todo lo que en él aparece mientras lo vuelve a reformular, una y otra vez, de miles de millones de temporales y diversas maneras en un egoico continuo de dolorosas memorias, sucede mediante la completa desidentificación de los apegos y justificaciones que lo elaboran y posibilitan; entonces la vida se convierte en una oportunidad para desde la percepción deshacer cualquier apego a ella, sintiendo como se difumina el egoico sentir en un Sentir Universal que nos devuelve a la plenitud de todo aquello que hay allende toda ideación, sentimiento o emoción personal. No hay mente separada a causa del miedo porque, a todas luces, en lo esencial, el miedo es ilusorio por su formal y transitoria manifestación.

   Más allá de los juicios no hay caos sino compasión, mientras que en el no apego al cuerpo hallamos perfecto perdón. Y la compasión y el perfecto perdón conducen al Amor, donde la mentalidad humana, llena de dolorosas memorias, es trascendida en/por lo Todoabarcador; regocijándose uno de ser puro Ser, henchido de Divina Unicidad... ahora, en la inefabilidad esencial de la Consciencia Una la egoica contradicción pendulante, derivada del deseo y del miedo, es definitivamente resuelta en comunión, en el silencio hondo del alma, en las profundas certezas emergentes de la paz indescriptible de lo santo, bienaventurado, pleno y eterno.

KHAAM-EL



Aquí y ahora... el tiempo se eterniza siempre
si no se apega uno a lo contradictorio y divisor...
No seas el ruido enloquecedor de la angustia egoica
y sé excelsa música de plenitud en el silencio del miedo.






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