viernes, 9 de marzo de 2018

SENCILLO, SE ES FELIZ EN LA SENCILLEZ


   En la sencillez se encuentra la virtud; mientras que en lo comparativo y pomposo, en lo competitivo y jactancioso, se pierde la dicha de ser amoroso. Nada se consigue pretendiendo triunfo sólo para uno; más todo se acrecienta cuando se comparte sin medida. No es ciertamente difícil salvo que se quiera sobresalir y, entonces, se malogre la alegría natural del alma por unas cuantas migajas supuestamente especiales que lo egoico codicia. Simplifica y acepta el presente tal y como ahora, precisamente aquí, se muestra; y haz aquello que se requiere para extender la plenitud del ser en cualquier relación que haya en tu vida, en cualquier circunstancia que aparezca. Sé sin temor. Sé sin avidez. Sé sin tibiezas. Sé sin arrogancia. Sé siendo Ser y nunca más un triste aparentar lo que querrías llegar a ser.

   Deja de perseguir ilusiones y vive para convivir con Amor. Es sencillo siempre que no se quiera complicar con los puntos de vista personalistas que todo lo catalogan. Mira la vida con sencillez y humildad, el Amor brillará en comunión de conciencias. La grandeza nos hace uno; la grandiosidad nos divide y apoca. Vive en Espíritu... totalmente inspirado... completamente confiado... siendo de veras y no yendo con disimulos, hipocresías o mentiras, intentando mostrar una imagen pretendida. Recibe con gratitud y da con generosidad... eso es bueno para el alma porque con sencillez te recuerda la Verdad: Unicidad. No quieras, por tanto, ser alguien principal o distinguido, y no te sentirás secundario. Realmente es sencillo, se es en verdad feliz en la sencillez. No te dividas del prójimo con los juicios del ego y permanece en paz. Fúndete en Lo Indiviso libre y voluntariamente, renunciando a tener razón como ente disociado, y retornarás a la inefable comunión con Todo Lo Que Es, con la Divina Unicidad, con lo Nirvánico, con el Tao..., con lo que es puro Ser y ciertamente innombrable por muchos nombres que se empleen para dirigirse a Ello. No lo enrreveses ni un segundo más fijándote en los nombres como si fueran lo primordial y dirígete a la música esencial, al conocer no conceptual, directo, inmediato y completo, a la experiencia viva, que comunica e instruye mucho más que la más extensa de las enciclopedias. Y sé de nuevo definitivamente feliz.

KHAAM-EL



En la sencillez, 
sin necesidad de grandes conocimientos, 
la música del alma te guía al encuentro con la plenitud.
Deja que lo innato, lo espontáneo, fluya y te inspire hacia lo bueno,
para ser feliz haciendo feliz y vivir en paz al soltar la comparación y el miedo.





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