jueves, 22 de marzo de 2018

NO HAY DIVISIÓN EN LA PAZ DE ESPÍRITU

   Si la vida se vive como una partida de ajedrez que juegan unos contra otros, y en la que sólo un bando puede imperar sobre el otro, se pierde de inmediato la tranquilidad y el júbilo de ser uno, en esencia y en verdad, con todos y con todo. Dividir es dividirse, y dividirse es especializarse, y especializarse lleva a la ignorancia de lo indiviso que, en su sencillez, nos plenificaba. No escuches el frenesí perturbador del mundo dividido y divisor que, en su desconcierto, quiere obligarte a la preocupación y a la agitación de tu ánimo, al tentarte a pelearte para ir tras cosas realmente pueriles y carentes de sustancial significado. Porque, si te dejas seducir por él, olvidarás quien eres de verdad al suponer ser las dudas y la indecisión de un 'yo' pasajero y frágil que necesita cubrirse de cosas, placeres y honores que no precisa, intentando obtener una seguridad precaria e inútil por su evanescencia. El miedo de ese 'yo' falso tomado por cierto (el ego), en su desconfianza, es artero y sigue fabricando excusas en las que proyectar un mañana a la medida que nuca llega, pero que rutinariamente promete. Deja de atender a las mentiras y simplifica tu vivir. No plantes en lo yermo o siempre pasarás hambre. El mundo está lleno de deseos por llegar a ser especiales como reyes, para sentirse arropados por un ejército de relaciones de uso y abuso mal disimulado, listas a ser sacrificadas en la batalla del propio beneficio. Más si uno busca ser rey del tablero relacional, sí o sí, acaba por convertirse en un peón de las ansias insaciables de lo egoico y sufre las funestas consecuencias de la incongruencia del miedo, que fomenta la frustrante cólera en vez de traer la paz mental esperada.

   Nunca nada es lo que parece, por eso nunca suele ocurrir lo que se espera; pues buscar satisfacción desde la insatisfacción, sólo acarrea mayor insatisfacción. Mantente sereno y cuerdo mientras todo se angustia y enloquece. No pierdas el control justamente por ansiar controlarlo todo a tu manera. Medita. Lo personal nunca podrá ser correcto merced a su propia incorrección. Quien trata a su prójimo como un peón, su arrogancia le hará -más pronto o más tarde- morder el polvo; y quien adula a un supuesto superior, en lo profundo, envidia su transitoria posición y batallará contra él soterradamente, perdiendo la paz y la alegría por el grotesco resentimiento de su corazón.

   ¡Despierta! El mundo está lleno de peones que se creen reyes y sueñan con porvenires victoriosos, más finalmente todos lloran su aciaga suerte por querer triunfar sobre el resto. No malvivas en espejismos que únicamente te devuelven una imagen vana y distorsionada de ti mismo. ¡Comprende! La codicia es una carencia disfrazada de opulencia. No busques personal victoria, desapégate del éxito personal que pretende el deseo de ser especial y, al no querer ser el rey de ninguna partida relacional, dejarás de comportarte como un mero peón en el mundo del ego. Habrás dejado de hacer el idiota y, ¡oh sorprendente maravilla! hallarás la libertad y la alegría que tanto anhelabas en el presente... la paz de espíritu nunca divide, luego no se siente menos ni busca más... comparte y comulga en unicidad. ¡Bendiciones! La vida es hermosa más allá de sus apariencias transitorias, y, ahora, sí ahora, aquí, esa tranquilidad y calma espiritual, por la que tanto suspirabas, desde lo más hondo del alma colmará tu vida.

KHAAM-EL




Encuentra la tranquilidad de tu alma en la sencillez de la vida vivida día a día...
sin contrarios que derrotar ni personales logros que conseguir...
libre de pretensiones y competencias, luego sin frustraciones ni rencores...
amando... amando a todos, y a todo, por igual.





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