martes, 6 de marzo de 2018

NO CAIGAS EN EL AUTOENGAÑO *

   "Un hombre que se consideraba a sí mismo muy evolucionado espiritualmente acudió a visitar a un sabio y le dijo:
   -Habiendo alcanzado un notable grado de evolución, necesito alguna instrucción muy elevada para acceder a la suprema sabiduría.
   El sabio, tras mirarle durante unos instantes, le preguntó:
   -Ya que tienes tanto conocimiento, dime: ¿Qué es para ti lo real?
   Y el hombre le contestó con suficiencia:
   -Es obvio. Todo es fenoménico y, por tanto, vacuo e insustancial. La última realidad es el vacío.
   En ese instante, el sabio con rotundidad le propinó una bofetada. El hombre muy encolerizado, se abalanzó amenazante sobre él.
   -Tranquilízate, buen hombre -dijo el sabio, conciliador-. Si todo es vacío, ¿de dónde viene esa cólera?
   El hombre se dio cuenta de su autoengaño y desde aquel día comenzó a trabajar seriamente en su autorrealización.

Parábola extraída del libro 'El arte de vivir' de Ramiro Calle.

* * * * *

   Las acciones brotan de un espacio interior que suele ser desconocido por la presunción y el autoengaño de que tanto la dicha como el conocimiento o el éxito se han de conseguir proyetándose y evolucionando en lo exterior, y que si no se alcanza algún resultado perceptivo habrá desdicha, ignorancia o fracaso. Entonces la espaciosidad interior se llena con juicios, deseos, creencias, opiniones, presunciones y expectativas que le hacen a uno sentirse separado y excluido de lo externo... buscando con ansia compañía se acrecienta la sensación de soledad, queriendo vehementemente sosiego aumenta la inquietud, deseando con desespero la felicidad sobreviene la tristeza..., cuando es al vivenciar, aquí y ahora, el vacío de lo personal como surge, de manera espontánea y natural, el disfrute de la bienaventuranza de lo indefinible, pleno e ilimitado.

   La calma jubilosa de la indisoluble unicidad del Amor no se encuentra fuera de uno. Lo espiritual nada tiene que ver con interpretar o comprender su sentido, sino con serlo. Conceptualizar la vacuidad es ignorar su vívida plenitud inherente. Ahonda... ¿Qué es lo externo y de dónde proviene? ¿Qué es entonces lo interno? Y, atención, ¿de dónde proviene ese yo que en su supuesta soledad busca compañía y, a su vez, quiere saber acerca de la unicidad e iluminarse? Medita con constancia. Es simple, no lo compliques... disfruta del espacio interior, del silencio del ego, y no te autoengañes con conjeturas acerca de ti y del mundo que te llenan de soledad, inquietud y pesar... vacíate de todo éso y nunca más el sufrimiento de lo engañoso... de súbito, sin previo aviso, sorpresivamente, el fulgor bienaventurado de lo eterno e inseparable... sin el yo, el Ser.   Namaste.

KHAAM-EL




¿De dónde proviene la percepción?
No te autoengañes 
ni tengas prisa por hallar una respuesta...
y serás, aquí y ahora, Respuesta.






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