Haced de vuestra vida una continua meditación. Sed devota oración. Observad con Amor hasta una mota de polvo, y todas las cosas y todos los seres os desvelarán a Dios; pues nada hay en esencia separado de Dios. Sentiréis entonces que la paz de espíritu y el más puro Amor os embargan, permanecen y ya no se desvanecen. Más estad alerta, pues es en el deshacimiento de la proyección del ego, cuando éste se vuelve más sutil y esquivo, y si no se permanece vigilante puede desviar la atención hacia otras ilusiones que, en el nombre de Dios, desvíen de Él. Por tanto, Amad y perseverad en el Amor ses cual sea la situación que acaezca, pues para vivir en plenitud hay que ser humilde en todo momento y circunstancia, aquí y ahora.
Estad y no divaguéis. No os preguntéis tanto sobre vuestro pasado o sobre vuestro futuro. Vivid el presente. Amad el instante que vivís, reconociendo su pureza esencial, pues es un regalo, una bendita oportunidad para encontraros con la Verdad y la Vida... con la Divina Unicidad. Permaneced tranquilos, confiad, todo aquello que debáis recordar, o tengáis que saber, vendrá por sí mismo, en el momento oportuno, para el bien de todos. Amad, sed humildes y caritativos, comprensivos y tolerantes pero a la vez firmes y rectos. Relacionaros, los unos con los unos, en libertad. No temáis... escuchad la voz que brota del total silencio del ego, desde lo más hondo del alma... es la Voz de Dios... Él esta en todos nosotros guiándonos de vuelta a lo santo y eterno.
Todo lo que vivimos es una proyección propia, una elaboración de las memorias egoicas. Abramos nuestro corazón al universo y éste nos abrirá el suyo que no es distinto del nuestro. Amemos, invito, amemos de corazón, y todo el Amor que demos nos será devuelto sin medida ni límite... eternamente ahora.
KHAAM-EL
Dios es en nosotros...
Es Amor
y sólo nos pide que nos amemos
los unos a los otros.
Y de repente...
la Plenitud.
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