Adjunto a continuación de este escrito el vídeo de una charla en la que invito a vivir desde lo esencial, amoroso y veraz para atisbar ese despertar que trasciende todos los parámetros del egoico pensar y que al compartirlo es definitivo Despertar de la Consciencia Una.
Estar atento al silencio conceptual en la mente conlleva calma y sosiego, y aquéllo que ha de compartirse brota sólo, sin esfuerzo ni cálculo alguno, en espontanea y feliz gratitud de ser pleno aquí y ahora; pues una mente en calma es amor sin límite, luz sin sombras, una irrefrenable bendición que no cesa de bendecir. Desde ahí, sólo un fraternal y sustancial reconocimiento de comunión a pesar de la aparente separación perceptiva. Y, en ese compartir el despertar de la Consciencia con el prójimo, es cuando al verlo despertar junto con uno nos sabemos despiertos en la unicidad esencial de lo viviente, más allá de toda forma, creencia o temporal circunstancia. Por lo que ahora, en la extensión de lo esencial y santo, la Luz y el Amor de la Divina Unicidad están a cargo de todo, permitiendo que aquí, estés donde estés en el mundo, lo eterno se manifieste milagrosa e inefablemente disipando las tinieblas del ego.
KHAAM-EL
En lo despierto la ilusión de lo soñado pierde todo su supuesto significado
y lo esencial, santo e intemporal asoma como antes de lo soñado.
Compartir, pues, lo esencial, santo e intemporal,
no significando los juicios de lo egoico,
es la oportunidad inmejorable de despertar definitivamente.
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