viernes, 24 de noviembre de 2017

SERVIR A DIOS (Reedición)

   Reedito el escrito que sigue a continuación, publicado hace ya bastante, por lo adecuado que es para los acontecimientos que sacuden al mundo, tendentes a repetirse cíclicamente; y que sólo pueden subsanarse cambiando el objetivo de servirse a uno mismo por el de servir al prójimo, que es como en verdad se sirve a Dios (La Divina Unicidad), para que la felicidad, el amor y la paz reinen sin obstáculos al estar  firmemente establecidos en el corazón:

  "Después de lavarles los pies Jesús, se puso otra vez el manto, se sentó y preguntó:
—¿Entienden lo que acabo de hacer? Ustedes me llaman “Maestro” y “Señor” y tienen razón, porque es lo que soy. Y, dado que yo, su Señor y Maestro, les he lavado los pies, ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. Les digo la verdad, los siervos no son superiores a su amo ni el mensajero es más importante que quien envía el mensaje. Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas."                                                                                                                                                  
 Juan 13, 12-17


   Servir a Dios es servir al prójimo. Cuanto antes se suelten rencillas y resentimientos antes se experimentarán las bendiciones que Dios concede a quien cumple la extensión viva de Su mensaje. Comprende que lo esencial es el mensaje que trae el mensajero de parte de Dios y no la exaltación del mensajero. 
   Sé valiente y fuerte, en la humildad de reconocer que sólo Dios sabe, y que olvidar la ignorancia de las sentenciosas diferencias, para descansar en Él, trae inmensa dicha. Deja que Dios ilumine cada paso de tu camino aquí en la Tierra. Entrégaselo todo a Dios, que Él tome tu vida entera... estate dispuesto a darle tu corazón. Sigue el ejemplo de Jesús, permitiendo que el Cristo sea tu Maestro, y sé -para tu prójimo- un igual que le muestra que todos los hijos de Dios son para Él: Su Único Hijo. Creado a imagen y semejanza Suya... en perfección. plenitud y santidad. 
   Disemina las semillas del mensaje del Amor... el mensaje que proclama que la vida, la verdadera vida, es del espíritu y nunca de la carne, que alienta la manifestación de la bondad esencial e ignora al conflictivo ego y sus ilusorias vanidades. Difunde el mensaje que conoce que la muerte no existe y que entregar la vida al servicio de Dios te restituye a la vida eterna. Esparce, con la fortaleza de lo santo, este mensaje de salvación para que dé fruto; y este fruto esparza, a su vez, más semillas de salvación hasta que todo quede consumado, en Dios, como antes del principio.
   Sigue el ejemplo siempre presente del Cristo en Jesús y déjale lavarte los pies. Permítele servirte para que, a través de Su ejemplo, tú mismo seas ejemplo y sirvas -con todo tu ser- a tu prójimo. Acepta Su Palabra de resurrección y eternidad, y experimenta el milagro de la corrección de tu mente junto a la feliz apertura de tu corazón.
   Servir al prójimo es servir a Dios... recuérdale Sus bendiciones. 

KHAAM-EL




Goza del servicio por Amor y la plenitud llenará el vacío que deja la vanidad del ego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario