domingo, 8 de octubre de 2017

CELEBRA FELIZ LA VIDA Y SONRÍELE AL MUNDO CON AMOR +


   No dejes que el mundo y sus vanas ilusiones te desborde y avasalle. No obedezcas los imperativos del miedo ni sucumbas a las tentaciones de la evasión o serás esclavo de las apariencias. Sé libre y auténtico, no actúes por el que dirán. Confía en la alegría esencial del Ser y dale siempre a tus relaciones tu felicidad aunque no la entiendan ni compartan. Amar a pesar del desamor te mantiene firme en el Amor. Esa es la actitud que te abre, en toda circunstancia, las puertas del Cielo incluso en este mundo. Nunca han habido problemas reales para el espíritu. Únicamente, en apariencias formales, comparativas y circunstanciales, da la personal sensación de haberlos, siluetándose como sombras siniestras que oscurecen el presente; y, en su malestar, esa identidad personal pretende arreglar tan angustiosa situación particular deslumbrada con planes y estrategias de lo más variopinto, que los solventen en un futuro. Pensar y sentir, al igual que el espacio/tiempo, no se encuentran nunca por separado, aunque a simple vista lo parezca. Es perentorio ahondar en consciencia para aposentarse en la verdad inamovible, y no despistarse con lo volátil por cautivador que se muestre ante la percepción nacida de lo personal. El espejismo del espacio/tiempo deslumbra por la falta de claridad resultante de mirar al presente con juicios y sentencias acopiados en la memoria identitaria, al igual que el fatigado y sediento en el desierto se deslumbra (ansioso y eufórico) por su alucinada mirada imaginando oasísticos espejismos en el horizonte. Ahondando con honestidad se descubre que el presente libre de memorias personales no es un desierto y que, por tanto, vivir no es un penoso sobrevivir.

   No busques en el futuro la plenitud y la dicha que puedes experimentar hoy. Sé respuesta clara a toda situación y jamás dudarás de la felicidad que en ti mora. Medita. Despierta. Conoce tus pensamientos en profundidad y quédate sólo con aquellos que son fieles compañeros de paz, alegría y bendición inmediatas. Celebra feliz la vida y sonríele al mundo con Amor. Aquí, en el presente, converge siempre, suceda lo que suceda, la intemporalidad del Ser. Comparte generosamente tu presente y viaja por la vida revestido con la confianza en la Divina Unicidad que nos conduce con presteza por la senda de la consumación e iluminación. No temas y ama incondicionalmente. Líbrate del pesado yugo de las creencias u opiniones personales que el mundo ofrece como si fuesen panaceas universales no siendo más que ignorancia, desazón y lastre. Creer en problemas es crearlos. Comprendamos de una vez por todas que deslomarse por bienes pasajeros es en verdad una estupidez. No sigamos al miedo y confiemos de corazón... Compartir la paz y la alegría de ser nos devuelve a la eternidad del Amor. Permanezcamos serenos y esperanzados en el ahora y, éste, al purificar nuestras mentes del temor y el resentimiento, nos trae auténticos milagros a nuestras, hasta ahora, sacrificadas y tristes vidas (correcciones de pensamiento que revierten el pensar personal, devolviendo a la mente obnubilada por los espejismos, al conocimiento real y a la experiencia viva de lo esencial, puro, infinito y universal). Sí, nunca han habido problemas reales para el espíritu, porque el ahora y Dios no están separados. El tiempo y el espacio son aparentes, el ahora es la puerta a la eternidad. No nos retrasemos fabricando mañanas, soñando espejismos, y celebremos el presente con alegría... ¡Compartiéndola juntos! Todos somos no dos en lo santo. Celebremos unidos la vida, como auténticos hermanos, Hijos de Dios. Celebremos ahora la plenitud de Su Amor. Nada puede fallar si no dejamos que se inmiscuya la sensación de lo separativo y sus recelos; pues, no es más (lo separativo) que la percepción equivocada de una idea sin significado real. No nos separemos, en/con imaginaciones, del Amor de Dios y de la esencia bienaventurada que nos une eternamente... ¡Aleluya! ¿Bendiciones! ¡Namasté!

KHAAM-EL




Celebra felizmente, siempre ahora, 
la vida que nos hace esencialmente uno con el eterno Amor de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario