Bajo estos párrafos preliminares adjunto el vídeo de una charla en la que ahondo en la realización de la plenitud del Ser; incidiendo en la sencillez de permitir que lo que ya es permanente, lo esencial y eterno en nosotros, deshaga lo impermanente y egoico.
Reconocer que la comunicación con Dios nunca se puede cortar, nos lleva a aceptar que si no sentimos Su perfecto Amor ni compartimos Su ilimitada dicha con profunda paz es que somos nosotros los que no nos queremos comunicar con Él; enfrascados en mil y un sueños personales, despistados con infinidad de asuntos superficiales que nos agitan y sacan del inmediato ahora, del verdadero y único presente, que trasciende el tiempo y en el que la plenitud nos colma de bendiciones.
Realmente es todo muy simple, muye sencillo y obvio, querer cambiar lo cambiante al gusto personal es una insensatez; pues, a su tiempo, inevitablemente cambiará a lo que no nos place, a lo que habíamos desechado. Así que, en vez de intentar encajar el mundo a nuestros deseos, hemos de dejar ir a las cosas pasajeras, no apegándonos a ellas, y ser libres de nuevo en lo esencial. Porque la plenitud que anhelamos ya está en nuestro interior, la vida indivisa del espíritu en comunión con la Divina Unicidad es nuestra auténtica naturaleza, o no podríamos anhelarla si el mundo de la separación y la muerte fuera el único posible.
Ahonda y comprende que no tienes que cambiarte ni cambiar a nadie, únicamente retornar al sistema de pensamiento que trasciende todo cambio y agitación, permaneciendo en paz, amando ser feliz al ser feliz amando; todas las paradojas, ciclos y problemáticas, resueltas a la vez en la pureza esencial del Ser.
KHAAM-EL
No hagas nada de forma personal.
Quédate en paz, en profunda paz mental...
Sé lo que siempre eres y lo que parecías ser dejará de molestarte.
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