viernes, 14 de abril de 2017

LAS FORMAS SON COMO LAS NUBES +

   Sal de lo que sale y entrarás de nuevo en lo que perdura. Ahí recordarás lo que jamás pudo olvidarse por completo. Sin la distracción de los conceptos variables, la claridad de lo evidente brilla obvia, serena, inmutable e indiscutible en lo inmediato. No persigas, pues, lo evanescente; permanece en lo permanente y lo impermanente dejará de afectarte, cesará de inquietarte, y nunca más el ansia deprimente de lo caprichoso atenazará tu ánimo. Contempla lo sustancial, detrás de cada rostro hay una misma esencia de amor y vida. En lo profundo todo es alzado por lo infinito. Cuando nada hay que disperse tu observancia del presente encuentras que siempre has estado presente en lo esencial, porque no existe periferia sin núcleo... las formas cambian, vienen y van, aparecen y se esfuman, pero lo nucleico imperturbable permanece.

   No caigas en la soberbia de agarrarte a tu forma o te pegarás un soberbio batacazo queriéndote asir a otras formas desde tu parcial perspectiva comparativa. Sé sin especulaciones, auténtico e inmediato. Nunca fabriques nebulosos futuros revestidos de oro o te sentirás carente, muy, pero que muy carente. Nuestro tránsito por el mundo es como las nubes, un momento determinado adoptan una silueta, luego otra y así, sucesivamente, hasta desvanecerse en el cielo abierto y puro... más en lo esencial, éstas, ya son cielo, espacio infinito, anchurosidad ilimitada, sea cual fuere la efímera configuración adoptada.

  Todos los colores suceden en la transparencia, por lo que nunca pueden ciertamente ocultarla. Las formas se suceden en lo infinito y no tienen perceptiva posibilidad de limitarlo, clasificarlo o definirlo, porque ningún límite tiene duradera consistencia; ninguna elaborada clasificación puede esquematizar la plenitud y ninguna percepción puede sentir jamás lo trascendente. Los resultados en lo variable, al ser ellos mismos variables en esa incesante y recurrente sucesión de acontecimientos, no son, de ninguna de las maneras, resultados fiables. Comprende que, la distancia entre las nubes y el cielo es nula, por lo que la relativa distancia entre las mismas no tiene ciertamente significado ninguno.

   No cuestiones las cuestiones que no quieren dejar de cuestionar una y otra vez todo lo que perciben, para seguir así cuestionando intrascendentes cuestiones que le distraen a uno de lo verdaderamente esencial. Páusate. No las quieras entender con el limitado entendimiento de lo parcial. No es posible; lo que cambia no sabe de reglas fijas. Relaja, sin dilación, tu consciencia en el presente y deja pasar todas las cuestiones personales como si de nubes en tu mente se tratasen...

  Concédele, únicamente, crédito a la verdad y no relativices tu identidad comparándola con impermanencias de vistosa configuración. Las formas son como las nubes. No des nada por supuesto y descubre, con agradable sorpresa, como es el tiempo quien acaece en la eternidad y nunca a la inversa. Consecuentemente, no te agarres desesperadamente a tu humana corporeidad o sufrirás intentando prolongar su mantenimiento. Despierta a lo trascendente y no te dejes engullir por la hipnótica fabricación de algodonosas nubes que distraen del magnificente espacio abierto; porque, éstas, más pronto que tarde, trocarán en oscuros y tétricos nubarrones que atormentarán tu ánimo para después disiparse tras un furioso estallido. No te auto-engañes más, quedar esclavo de ilusiones -por bellas que parezcan- no es sino ruina y pesar, pues tener lo que se desvanece es tener nada, oquedad e insipidez. Despídete pues de todas esas ilusiones, que como nubes danzan en tu mente, con firme decisión. Vuela por encima de las nubes... Acepta lo evidente, aquí y ahora, decidiendo en favor de la libertad de lo pleno e inseparable aunque en un principio te desconcierte. Así, toda resistencia conflictiva finalizará, y experimentarás, sin retraso, la ilimitada y gozosa liviandad del espíritu inmaterial, eterno e indiviso que, por siempre, eres en Todo Lo Que Es.

KHAAM-EL




Ve allende las nubes y todo va a estar bien.
La vista será hermosa, limpia e infinita...
Juntos en lo esencial, tú, yo, todos... somos no dos... pureza y plenitud...
Libertad...
Amor y perfección.

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