jueves, 6 de abril de 2017

EN LA QUIETUD DE LA MENTE: LA PLENITUD *


   La luz clara de la consciencia se manifiesta en la quietud de la mente al igual que el azul del cielo puede contemplarse en el agua calma del océano. Contempla la mirada que mira su mirar... siempre hay inocencia ahora, en lo más profundo y sereno de uno. Ahí, siempre en lo íntimo e indisoluble, brilla sin cesar la bienaventurada ilmitud del Absoluto, la perenne incondicionalidad de lo Divino.

   Todo tu sufrimiento puede acabar de inmediato en la calma ecuánime de una mente en paz; soberana de sus propios pensamientos, manteniendo sólo aquellos que extienden esa quietud inmensa libre de las tortuosas agitaciones del deseo, el miedo y la culpa. Nunca ha habido pecado en lo íntegro, en lo santo y amoroso. Permanece en ello, en la pureza original que eres, y perdona las dolorosas ilusiones de lo separado, engreído y receloso. Déjala extenderse ilimitada desde tu corazón agradecido hasta el infinito.

  Cualquier supuesta tiniebla es indefectiblemente disipada por la luz del espíritu. Su esplendente brillo no conoce fronteras ni límites, ni hay nube por espesa que sea que no desvanezca finalmente con su poderoso fulgor. No sabe de peros ni de quejas, no cobija fragilidades, no contempla perpetuas oscuridades ni sueña divisiones; ni siquiera teme a los temores, al comprender su insubstancialidad. Es constante y no entiende de principios o fines, ni tampoco de mejorías o retrocesos; sencillamente, conoce la plenitud de lo definitivo. Es siempre en paz porque jamás ha pretendido darle significado a lo imposible. E imposible es todo aquello que no es eterno, amoroso y feliz.

   Aquiétate, reposa y espera, con consciencia clara, el reencuentro con la pureza. Respira. Respira el momento, con calma, sin prisas, atento... Respira sin urgencia alguna, sin pretensiones, tan sólo respira... ¿sientes la paz? Quédate en ella... No hagas nada.,, Disfruta en la quietud del instante, tal y como es (sin aditamentos ni rechazos); sin duda, en la quietud de la mente la plenitud es reconocida. Paz... paz... liberadora paz. Experimenta como ahora eres respirado por el soplo del espíritu y, en y por él, elevado muy por encima del sueño de las formas. Paz... paz... infinita paz. Pureza. Inocencia... aceptación gozosa. Paz... paz... incontestable paz. Vacíate de lo pasajero, de lo superfluo, de lo egoico... Recuerda lo inefable. Olvídate de estas palabras que lees, suéltalas... no tienen significado como conceptos, más adonde apuntan sí tiene todo el significado. Las palabras son meras herramientas que te facilitan el encuentro con el ser puro que eres; una vez han cumplido su función han de soltarse, han de dejarse atrás... lo definitivo, lo absoluto, lo esencial y eterno, puedes llamarlo Dios, o Nirvana, o Tao... -las palabras son meras herramientas ¿recuerdas?-, viene aquí, ahora, a tu encuentro desde lo más hondo de ti para restituirte a la pureza original que jamás pudiste perder.

   Namasté.

KHAAM-EL




Vacío de lo egoico: quietud y sosiego interior.
En la paz mental: la plenitud del Ser.
Ahonda.
Medita.
Ama el instante y amarás eternamente.

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