martes, 14 de marzo de 2017

LA LIBERTAD DE LA RELACIÓN SANTA CONDUCE DE VUELTA AL AMOR *

   Sólo dar libertad, libera. Sólo reconocer la unicidad indisoluble de lo santo, santifica. No te unas al miedo o la incertidumbre nublará tu vuelo de tal manera que tendrás que descender al fango y arrastrarte por él. No protejas tu corazón con desconfianzas y no seas una marioneta que huye de las puertas abiertas. Despídete de lo personal y sus cantos de sirena. Decide en favor de lo santo y te elevarás muy por encima de las nubes, allá adonde nunca se pone el sol... volarás hacia un amanecer que no conoce el ocaso, que no sabe de tinieblas.

   No te encadenes a relaciones de mecánica transacción. No establezcas alambicados lazos con tu prójimo que en un principio de eufórico dulzor empalagan pero que más adelante se desazonan y finalmente amargan. No te unas para obtener, o sentirás que pierdes. Desecha para siempre el miedo y su ciega impulsividad de ansia y necesidad, y dale a tu prójimo una relación plena, liberadora, emancipadora de todo apego y rechazo. No vayas detrás de lo ilusorio. No cambies de dirección según sopla el viento de las circunstancias o tu movimiento no te conducirá hacia la dirección esencial en el centro mismo de tu consciencia. Recuerda que pendular es un movimiento que vuelve siempre al mismo sitio una y otra vez y lo mismo puede decirse de ir en pos de los deseos. Sé relación impecable al mantenerte ecuánime en tu mente y solícito en tu corazón... Busca lo que nos hace libres: la Verdad indivisa y disuelve junto a tus semejantes toda sensación de culpa, apego o reproche... no transijas con ilusiones y delirios de uniones especiales que enmarcan las diferencias para obtener logros específicos. Dile adiós al falso amor que ensalza y se acerca para después dejarte caer y abandonarte. 

  No te esclavices al capricho de lo egoico. ¿Eres libre o una marioneta en manos del destino? Acepta humildemente que seguir al miedo o al deseo, que desde sus parámetros desconfiados quiere moverte, es ignorancia y origen de todo sufrimiento. Ponte de rodillas ante la Verdad y pídele Su Respuesta. Todos somos en esencia iguales... unifica... santifica... sé relación pura, feliz, confiada e indivisa. Solventa con la rotunda claridad de lo pleno todo aquello que parece dividido en la relación. Pasa por la vida en libertad. No te apegues al mundo y sus vanas historias de veleidoso rumbo... vuela hacia el Cielo sin cesar... no sucumbas a regalías de transitorio brillo y dirígete hacia la luz infinita que no conoce lo transitorio y su dolor... vuela hacia lo eterno, e invita a tu prójimo a que se una libre y voluntariamente contigo en ese vuelo de santa relación. Déjalo ir... Déjate ir... confía. La libertad de la relación santa conduce de vuelta al Amor por encima de cualquier dificultad. Sigue con firmeza la senda del no apego, de la constancia y la autobservancia honesta, de la desidentificación con lo personal... Y camina sólo con esos que de veras quieren volver a la infinitud del Ser. Comparte, sin restricción alguna, con todos aquellos que la vida te traiga que quieran adentrarse hasta el fondo mismo de la consciencia para vivir en la esencia y no en las apariencias. No pierdas el tiempo con distracciones inútiles. No hagas el idiota queriendo convencer a los que no quieren la Verdad. Sencillamente vive en Ella y permite que desde Ella todo venga a ti... te irá bien, no lo dudes y avanza hasta el final... hasta lo definitivo y puro.

   Sé una mano abierta a todo aquel que quiera tomarla para trascender honduras y anchuras, deseos y temores, bienes y males, nacimientos y muertes... para juntos recordar la vida verdadera del espíritu en la comunión del Amor. Sé, por tanto, un testigo de la Verdad y cumple tu función.  Bendiciones.

KHAAM-EL



Deja ir todo lo accesorio... quédate con lo esencial. 
Relaciónate sin miedo.
La plenitud del Ser nos libera de comportarnos como unas marionetas en manos del ego.

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