viernes, 17 de febrero de 2017

TRAS EL PENDULAR DEL TIEMPO *


   "Tras él llegó Simón Pedro, y entró en el sepulcro. Vio allí las vendas y el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús, aunque el sudario no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. En ese momento entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; y vio y creyó. Hasta entonces no habían entendido la Escritura, que dice que Jesús tenía que resucitar."
                                                                                                                 Juan 20 : 6-9 


El amanecer fugitivo
se desvanece tornándose oscuro.

Ansia la carne lo infinito
y se confunden pasado y futuro
en un presente deslucido.

El péndulo no crea los Principios;
fabrica, siempre, anónimos crepúsculos
que engulle con desmedido apetito
tras desangrar el jugo de sus frutos.

Las voces se reiteran en el mundo
mientras las almas sueñan otros signos,
otras esperas, otros ritos
y otros destinos de múltiples rumbos...

Las formas serán sombras, supo
descifrar finalmente el adivino.
Pues en la percepción nada hay seguro;
como ascua que se extingue en un suspiro
y que deja tan sólo su humo
en la vasta longitud del camino.

Sólo lo que el tiempo no alcanza pudo
renacer de entre el polvo del calvario
y ascender por encima del sudario
hasta el ámbito de lo santo y puro.

KHAAM-EL




La paz llega trascendiendo los vanos anhelos del mundo.
Estate en el tiempo sin ser del tiempo 
y la luz llenará tu alma pura desde el centro mismo de tu ser.
Dios es en nosotros y nos alza por encima del mortífero péndulo.
¡Aleluya!

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