A continuación de estos párrafos adjunto el audio de una charla en la que ahondo en la sencillez de la salvación, en lo simple del Despertar de la Consciencia. Únicamente con renunciar a querer tener razón en el fanático seguimiento de ideas o dogmas; y profundizar en la experiencia directa, en la vivencia clara de ser ahora y aquí sin interferencias conceptuales, liberado de interpretaciones pasadas y también de proyecciones futuras, de súbito Lo Que Es resulta obvio en su plenitud todoabarcadora.
Repetir como un loro lo que dicen las Escrituras o las Enseñanzas del Despertar no consigue de ninguna de las maneras conectarte realmente con lo sagrado, con lo puro y lleno de luz. Creer que los enseñantes de esas enseñanzas que consideras sagradas son supermentes, algo descomunal, especial, grandioso y casi inalcanzable para el común, es un error muy usual que convierte la práctica en algo tedioso, aburrido y secundario respecto a lo teórico; por considerar que la Realización es algo complicado, erudito y futuro, cuando todos los auténticos enseñantes de la Universal Enseñanza de la Esencial Unicidad de Todo Lo Que Es (Dios, Nirvana, Brahman, Atman, Tao, Consciencia Una, Divina Unidad, el Ser...) muestran sencillamente lo simple del asunto y que la indivisibilidad de Ser ya Es y que lo percibido, en su impermanente transitoriedad, no es. Quietud mental, aceptación y confianza. No hay que ir en pos de nada; tan sólo desprenderse de todos los añadidos que hemos interpuesto por ignorancia perceptiva entre un supuesto mundo exterior y lo interior.
No sucumbiendo al deseo de tener razón en lo personal algo se abre en el interior que nos invita a ahondar en nosotros mismos con constancia y honestidad; posibilitando el abandono del fanatismo de seguir opiniones, normas, personajes, creencias externas y ritos de toda índole, que nos alejaban de la íntima conciencia consciente, y a los que se les había dotado de imaginarios poderes mágicos. Estar totalmente presente en consciencia nos devuelve a la simplicidad del despertar: atravesar la intensidad de desidentificarse del yo personal/temporal (ego) y permitir que la luz interior nos guíe de nuevo a la plena vivencia de la infinitud del Ser que nunca pudo realmente dejar de ser, excepto en el mundo aparente y efímero del ego.
KHAAM-EL
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