jueves, 1 de diciembre de 2016

TOTAL ENTREGA A DIOS *

   Para que los milagros vengan a tu vida y sean tan naturales como el respirar, abriéndote el camino al Cielo, se debe soltar todo apego a la manera de pensar egoica; no dándole más crédito a los planes personales para lograr éxito. O es el bien para todos, o no sirve de nada lo aparentemente logrado por una parte frente al resto. Lo dividido siempre acaba derrumbándose en su propia incompletud. El ego es temor de muerte, jamás vida verdadera, santa y plena.

   Te animo, por lo antedidicho -si libre y voluntariamente así lo crees conveniente-, a la siguiente plegaria que te encaminará en la dirección de retorno al Cielo, porque nunca está de más renovar la disposición a la total entrega a Dios,:

   -¡Oh, Dios! renuncio a todo por Ti. No sé regresar a Ti porque todo me distrae. Labora en mí y envíame Tu Santo Espíritu para que todo eso que me distrae sea apartado y torne a ser uno Contigo; ya nunca más un yo separado de Ti, imaginario, débil e interfiriendo con todo. Ayúdame. Sálvame y salva a través de mi entrega total de todo; porque si no, al yo querer controlarlo todo de manera personal, seré un estorbo para el Bien del Espíritu. Ya que le había dado a todo lo que veo, el hueco significado que tiene para mi interés particular y egoista. Y la percepción del ego es una perspectiva errónea por su limitación y tendenciosidad; luego todo lo que yo opino, desde esa óptica desenfocada, está equivocado, es una distorsión de lo real, una mera imaginación tomada por realidad, un absurdo tremendo. Por eso, no quiero seguir ni a los deseos ni al miedo, que parecen diferentes y son lo mismo. Quiero perdonarlo todo, según el verdadero perdón que Tú estableciste. Quiero poner fin al sueño de conflicto en el que me veo envuelto de la única manera que es posible; es decir, a Tu manera y no a la mía.
   ¡Gracias! Por Tu Gracia... te pido ésto de todo corazón. ¡Gracias por escucharme y contestarme! De ahora en adelante que mis palabras sean sólo Tu Palabra y mis acciones una expresión viva de Tu santa Voluntad, porque consagro totalmente mi vida a Ti para retornar al Cielo junto con mi prójimo, que es uno conmigo en esencia y en verdad. Y, definitivamente, en Tus manos encomiendo mi espíritu... mi vida es toda Tuya.   Amén.

KHAAM-EL




   Al igual que un músico totalmente entregado a la música desaparece en ella, para ser puro ritmo y pura melodía, transformándose en/por ella en perfecta paz y alegría; entrégate por entero a Dios y sé uno en/por Él, para ser puro Amor... infinito Amor y Plenitud, transformándote -por Su Gracia- en lo esencial y eterno, al abandonar lo irreal y superfluo.    Bendiciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario