lunes, 1 de agosto de 2016

QUE NADA DETENGA TU VUELTA AL HOGAR *


Querer no es lo mismo que Amar.
Una hospedería nunca podrá ser un Hogar.
Encontrar para perder no es un verdadero Encuentro.

Nunca se apega a lo pasajero el peregrino.
Avanza despreocupado de aquello que va quedando atrás.
Días y noches, una tras otra, se suceden
Ante ese rostro infatigable que refleja remembranzas de Cielo en sus pupilas.

Demoliendo trabas con determinada convicción... anda.
Eligiendo la libertad de Amar por encima de egoísmos... camina.
Tocando lo sutil incluso en medio de lo más burdo... marcha.
Escuchando la dulce y humilde música del corazón... palpita.
Negando lo que separa con fraternal compañerismo... va.
Gustando de lo sencillo, sin ninguna exigencia... transita.
Alegre de retornar a lo esencial y puro, en paz... viaja.

Todo lo que el caminante encuentra en el camino es transitorio.
Un ensueño efímero y trágico que ya no distrae al que despierta.

Volver al verdadero Hogar es su único y constante propósito.
Ungido por la gracia, su espíritu anhela la Verdad y la Vida
Entre seductoras falsedades de orgullosa urdimbre que no admite.
Lejos quedan la ira, la culpa y la vergüenza del ansia personal...
Todo rezuma liviandad en ese vivaz ánimo resuelto
Atento siempre al presente que le ofrece guía a la eternidad.

Ahora no es antes ni después... es justa consciencia precisa
Levantando la pesada carga que el tiempo ocasionaba.

Heridas que sanan, dolores que se alivian, lágrimas que cesan,
Oídos antes sordos que vuelven a oír el canto de la alegría,
Generosos compartires de milagrosa comunión del alma,
Aunados por la indivisa visión de lo santo, veraz y amoroso.
Resurrección consumada... ahí, en el Hogar, todo es hermosura y plenitud.

KHAAM-EL



Que nada detenga tu vuelta al Hogar.





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