miércoles, 6 de mayo de 2015

PUREZA *

  Todo tu sufrimiento puede acabar ahora por la gracia de Dios. Nunca ha habido ni podrá haber jamás culpabilidad en lo íntegro... Permanece en ello... En la pureza original que ya eres. Déjala extenderse ilimitada desde tu corazón agradecido hasta el infinito. 

  Siempre hay inocencia, ahora. En la inmensidad del Indivisible, del Incognoscible, del Absoluto. En la incondicionalidad de lo divino.

  Cualquier supuesta tiniebla es indefectiblemente disipada por la luz del espíritu. Su esplendente brillo no conoce fronteras ni límites, no sabe de peros ni quejas, no cobija fragilidades, no ve oscuridades ni sueña divisiones, no teme al temor al comprender su insubstancialidad, no entiende de principios y fines. Es siempre en paz porque jamás ha pretendido darle significado a lo imposible. E imposible es todo aquello que no es eterno, amoroso y feliz.

   Reposa y espera, con fe viva, el reencuentro con la pureza.

  Respira. Respira el momento, con calma, atento... Respira sin prisas, sin pretensiones, tan sólo respira... ¿sientes la paz? Quédate en ella... No hagas nada... Disfruta en esta quietud del instante, tal y como es (sin aditamentos ni rechazos). Experimenta como ahora eres respirado por el soplo del espíritu. Paz... paz... infinita paz. Pureza. Inocencia... aceptación gozosa. Paz... paz... incontestable paz. Olvídate de estas palabras que lees, suéltalas... no tienen significado, mas adonde apuntan sí tiene todo el significado. Las palabras son meras herramientas que te facilitan el encuentro con el ser puro que eres, una vez han cumplido su función han de soltarse... Ahora, Dios viene a tu encuentro para restituirte a la pureza original que jamás pudiste perder.

  Quédate en Dios, herman@, y sé feliz por siempre en Él.

  Gracias.

KHAAM-EL



Fúndete con las notas del piano 
hasta que sólo quede la pureza de Ser ahora en plenitud.



  

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