domingo, 17 de mayo de 2015

COMPARTIR

  La humildad presiente, más allá de lo discursivo, que la motivación impulsora de cualquier acto es -en verdad- más importante que el acto en sí, siendo siempre más decisivo lo esencial que lo formal. Pues, todo aquello que acaba por sucederle al ser humano es, sin duda, producto de sus creencias más profundas y no de la justificación externa de sus actos. 

  Comparte tu vida con alegría... sin trueques ni particulares expectativas. siendo peregrino y fraternal compañero de viaje para todo aquel que encuentres en tus días y noches en el mundo. Comparte certeza y jamás indecisión, perdón, mas nunca condena, paz de espíritu y no treguas. Comparte el pan de vida... unidos totalmente en el ahora sin tardanza. 

  Descansa amigablemente con tu prójimo durante la compartida jornada, ábrele tu corazón sin temor a que te lo parta; sin ensalzamientos ni menoscabos, sin ánimo de lucro, protagonismo o afán de renombre, en igualdad... Que lo esencial en tu relación sea llegar juntos, acompasados y felices, al común destino... al re-Encuentro con Dios y Su Amor. Porque la vida consiste simplemente en entregar todo el amor que se tiene (que se es) para que los otros descubran todo el amor que tienen (que son), y entonces sucede el milagro de descubrir que todos somos uno en el Amor. Somos un dar y recibir Amor. Somos esa Bendita frecuencia de pensamiento que nos une al Espíritu que todo lo vivifica.
      
  Eres Amor. Soy Amor. Somos Amor...  Sorpresivamente entonces todo encaja, todo es perfecto, todo fluye a su más excelsa y gozosa manifestación, pues somos lo divino soñando la carne. Somos hermanos en Dios en compartida y santa comunión.

KHAAM-EL





Compartir de corazón alegra el alma
al ser uno completamente feliz viendo felices a todos.




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