domingo, 31 de mayo de 2015

ACEPTACIÓN.

  Acepta que todo sea tal y como es en este momento... Si en tu camino presente te sacuden, sin cesar, furiosas e intempestivas situaciones que llenan de lágrimas tu corazón, vívelo sin quejas, sin ira, sin resentimientos, con profunda calma; porque muchas veces Dios, en Su misericordia infinita, no varía las circunstancias que uno experimenta para que esas situaciones sean un benéfico empuje en la transformación de su conciencia, en un confiado rendirse a Su guía, en un soltarlo todo por el que, al quedarnos únicamente con Él, comprender que sólo Dios basta... y punto.

   No protejas tu corazón de las lágrimas con recelos o miedos para que, finalmente, éste pueda reír de verdad en una dicha de inconmensurable plenitud. Confía en el presente y no juzgues el pasado proyectándolo al futuro. Extiende la fragancia del Amor aún en las vicisitudes más insospechadas, hostiles e incómodas. Ábrete como una tierna flor, poderosa en su humilde función de extender la belleza de la primavera, para anticiparle a tu prójimo aquí, en este mundo yermo y gélido como el más crudo de los inviernos, las bienaventuranzas de retornar al Cielo... No te demores más y acepta la función que Dios mismo te ha dado, el Hijo de Dios -tu verdadero ser- es un servidor de Dios y de su prójimo. Esta aquí, en la Tierra, no para encontrar un lugar en ella donde acomodarse sino para caminar con sus hermanos en Dios hasta Su Hogar en la eternidad del Espíritu, nunca de la carne y su brevedad.

   Acepta tu vida tal y como es, y entrégasela toda a Dios. Permíte-Le bendecirte... Permíte-Le bendecir a través de ti a todos los que Él te envíe para transitar contigo por este sendero que tornará todo lamento y dolor en gozo final. Permite que todo sean bendiciones en un entorno aparentemente maldito... Deja que lluevan bendiciones; déjalas venir para que, mediante tu entrega a Dios, refresquen desconfiadas arideces; déjalas llegar para que, a través de tu aceptación, empapen corazones fatigados... No temas. No desconfíes. No escuches el falso testimonio nacido del miedo. Estate atento sólo a la voz de Dios que te habla mediante Su insondable y certera paz. Quédate con Él. Todo te irá bien aceptando a Dios por guía... Él te conducirá junto a tu prójimo, entre oscuras tempestades, a una inefable y eterna calma en el corazón mismo de la eternidad, en Su Santo e Indivisible Ser. Confía... confía y acepta... ten por seguro que todo irá bien.

KHAAM-EL



Acepta el Amor de Dios en tu corazón 
y Su Luz te alumbrará por montes y mares, pueblos, aldeas o ciudades,
para llevarte más allá de los quebrantos del mundo comulgando en plenitud...

Y cuando sólo todo sea Su Infinita Luz en ti vuelve y extiende lo infinito en lo finito.

Namasté.





No hay comentarios:

Publicar un comentario